Salem está en su habitual exploración del castillo...resignado a cursar las clases mágicas requeridas para graduarse...seguramente es el camino para marcharse...por ahora va husmeando y del lado norte hay algo que llama poderosamente su atención, un estadio enorme...Riuu escucho de alguien establecer comparación con el del Ministerio y aseguraba que era tan mágnifico como aquel, cosa que salem no tiene manera de saber.

Las gradas se ven cuidadas, el césped recortado con tanto esmero que da gusto. Hay estandartes de las cuatro casas y Salem cree que cada sección está destinada para cada casa...hay unos aros a cada uno de los extremos, muy en lo alto...solo se podría llegar volando...volar...¡cuanto le encantaría volar! ....si se pudiera transformar en un...hipogrifo! si! sus problemas se arreglarían...suspira y se queda mirando el campo de quidditch.

La mañana estaba en su punto más alto, y el gigantesco sol del verano había cedido su paso a los violentos vientos del norte que bajaban por la montaña sin piedad alguna. Las banderas de las cuatro casas que se ondeaban en la punta de cada torre del estadio de quidditch se movían desesperadas de un lado a otro, victimas de la brisa que no daba tregua.

Si se miraba de forma descuidada, se creería que una capa solitaria bailaba de forma despreocupada a la merced del viento, llevándola de un costado del gigantesco campo de juego. Una vista más detallada revelaría que la capa estaba vestida por una figura robusta que montaba una Nimbus 2010 en medio del fuerte ventarrón. que parecía concentrarse de forma especial al interior del estadio, donde estaba sobrevolando.

--¡Vamos, colabora! --gritaba la figura que parecía enojada

La manos de Phineas tiraban del mango de la escoba una y otra vez pero no parecía dar un resultado diferente al que ya estaba. Estaba a punto de soltar un improperio en contra de la escoba cuando divisó en tierra la figura de lo que parecía ser un estudiante. El docente de Vuelo en escoba sacó la varita y con un fino movimiento de la misma, normalizó la trayectoria del viento.

--Hola pequeño, disculpa los gritos, estoy tratando de arreglar esta escoba--saludó luego de aterrizar con cierta dificultad a unos cuantos pasos de @Salem Riuu F. --encantado de conocerte. Soy Phineas Wronsky.

Pasó su vista por el campo, las gradas pero seguramente lo verdaderamente interesante se desarrollaba arriba como suponía al notar los aros...por eso logró captar la figura que surca el aire...luego escucho una voz que habla con autoridad

Tuvo que hacer esfuerzo de seguir la trayectoria ¡era muy veloz!...pronto descarto de que se trataba de una criatura mágica, tampoco parecía alguna voluptua de humo como la que algunos hechiceros les gusta utilizar para volar por el aire (Algo que no es tan normal o tan deseado ver...son magos muy poderosos los que pueden hacer aquel desplazamiento tan llamativo...

Salem sigue la maniobra con la vista, no le parece que tenga problemas mortales aquel que va encima de la escoba, porque está seguro que debe tener alguna razón para gritar (A él no le gusta que le griten, al igual que a su corcel tampoco, es por eso que imagina algo que le causa gracia "es como si tratará de domar un hipogrifo...pero dudo que con ese trato logre algo...) le causa gracia ver "encabritar" la escoba, ¿será que las escobas también se rebelan al ser montadas por primera vez?

Salem pudo notar que el mago descendía a tierra, al parecer ya había logrado calmar a la escoba...o algo semejante. Aquel mago no se veía molesto con él ni con la escoba, amable le explica lo que hacia y le da un saludo.

--Hola ¿está descompuesta? es la primera vez que escucho algo así...¿qué fallaba? --Pregunto Salem abriendo los ojos admirado del mago --Gracias, yo soy Salem Riuu, el gusto es mio señor Phinias Wronsky ¿se dedica usted a arreglar escobas como profesión?