En las afueras de Ottery St. Catchpole alejado de las demás viviendas se alza una mansión rodeada de un espeso bosque de álamos, La edificación de cuatro niveles se ve desde gran parte de Londres debido a sus característica. A la vista de cualquier muggle, la mansión se muestra como una estructura abandonada y vieja, llevada por el tiempo y el olvido. Ante la vista de los magos y brujas, la casa rebosa de vitalidad y encanto únicos, su bosque rebosa de vida.

Un cerco natural de pino, roble y álamo rodea los terrenos, reforzado con una valla metálica que llevan a un enorme portón que durante el día permanece abierto a cualquier visita y es cerrado en la noche. Desde aquella entrada sale un camino en piedra rústica que va hasta la puerta principal. En esa distancia se extiende un majestuoso jardín, adornado de muchas flores de distintos colores y bordeado de un camino de helechos que son debidamente cuidados por los dedicados elfos del lugar. A ambos costados del camino principal se extiende un terreno de césped natural apto para camping y tiempos al aire libre y en el centro de este una majestuosa fuente.

Al llegar a la edificación enorme puerta de álamos recibe al recién llegado dándole pasó al recibidor principal del casto, frente al cual se encuentra la escalera a los niveles superiores. A la derecha del recibidor se encuentra una sala mucho más grande la cual sirve como salón para eventos familiares. Hacia el fondo de la primera planta y por la misma ala derecha, se encuentra la voluminosa biblioteca, dotada de miles de ejemplares de todos los idiomas y diversos temas. Desde las ventanas de la misma se puede ver el gran jardín interior cuyo acceso se encuentra guiado por un camino natural que conduce a la alberca.

Del costado izquierdo del recibidor principal se encuentra el enorme comedor cambiante que adecua sus puestos de acuerdo a la cantidad de personas que se permitan usarlo. Al fondo, detrás del comedor se encuentra una bodega privada, donde solo el elfo principal y los patriarcas pueden ingresar.

En el segundo nivel, se encuentra la sala de juegos. Allí se encuentra también el estudio y zona de relajación. Al fondo del segundo nivel, hay una terraza lo suficientemente grande para albergar una gran parrilla y algunas sillas, mesas y hamacas, ideal para un tarde al aire libre.

En el tercer piso se encuentran las habitaciones de los miembros de la familia. cada una de las habitaciones tiene una placa en la puerta de la misma, identificando el huésped. También se encuentran, cerca de la escalera, las habitaciones de los invitados, reservadas para amigos cercanos. Todas las habitaciones se encuentran al rededor del tercer nivel, lo cual permite que sin importar de quien sea, tengan enromes ventanas que colindan con los alrededores del castillo.

El cuarto nivel está reservado y solo el patriarca conoce su interior.

Antes de salir del pub, la rubia volvió a besar los labios del Scamander, lo que le dio paso a no pensar en nada mas, al salir del lugar cuando le comento que no conocía muy bien la ciudad pensó que seria una buena idea dar un paseo por la misma, pero debido a la hora no quería encontrarse con problemas, lo mejor seria ir a un lugar mas seguro, y ese sin duda era su casa, suspiro mientras caminaban afuera del lugar, cuando se encontraban ahí le pregunto la ojiazul que a donde se irían acercándose a él.

--Espero no sea muy atrevido, pero por la hora espero que seria mejor pasar la noche en un lugar seguro--

Le dijo sin esperar ninguna respuesta de su parte, la tomo de una mano y con la otra rodeo su cintura mientras pensaba en las afueras de donde se encontraba la mansión familiar. Lo mas seguro es que estuviese sola, su hermano había decidido ir a visitar a su madre, lo que todo indicaba que esa noche seria inolvidable. La calle estaba oscura, no era de esperarse al estar alejado de la población promedio todo era penumbras, la soltó de la cintura pero no de la mano, mientras caminaba por la calle que daba al portón de entrada a la casa. Al llegar ahí saco su varita y le dio un par de golpes, el mismo se abrió para darles paso a la verja que los conduciría al interior de la vivienda del ojiverde.

--Bienvenida a la Mansión Scamander-- le dijo sonriendo un poco --por cierto, mi nombre es djvash Scamander-- continuo dándole un suave beso en la mano, --un placer conocerte-- finalizo mientras se paraba a mitad del jardín, casi a la altura de la fuente que se iluminaba con pequeños destellos de colores al momento que brotaba de la misma el agua. --Quizás mañana pueda mostrarte la ciudad, y creo que no tienes donde quedarte, así que espero aceptes la invitación a pasar por hoy la noche aquí.--

Finalizo levantando la mano que tenia libre como mostrando el jardín y la casa que se veía a unos cuantos metros de donde se encontraban. La idea de estar ahí era por seguridad, aunque por dentro quería conocer mas a aquella joven que había llegado así, caída del cielo, y que bueno, le inspiraba confianza.


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@Kaylen Nott

Kaylen sonrió al sentir la mano del mago rodear su cintura apegándola a su cuerpo mientras le decía que lo mejor era ir a un lugar seguro. Antes de dejar que el hasta ese momento desconocido guiara la desaparición, observó por encima del hombro el interior del bar del que habían salido, el hombre de la cicatriz finalmente la había visto, pero ya era tarde. Todo giró a su alrededor y la pareja desapareció del lugar.

Cuando sus pies tocaron suelo firme nuevamente y sus ojos se adaptaron a la tenue luz que había, la bruja se quedó sorprendida por lo enorme y lujosa que era la mansión a la cual la había llevado. Hasta ese momento no había soltado la mano del mago, era más grande que la suya, tibia y suave al tacto, le agradaba. Mientras caminaban hacía la entrada la rubia no pudo evitar imaginarse lo hermoso que se vería ese lugar a la luz del día. La voz del mago la sacó de sus pensamientos.

—Mucho gusto Djvash… —dijo la rubia con una sonrisa coqueta en los labios —Para mí también ha sido un placer conocerte —añadió dándole la espalda a la fuente, rodeo con sus brazos el cuello del Sacamander, quedado muy cerca de su rostro y de esos labios que deseaba volver a probar. Se mordió el labio inferior por un segundo y respondió a su ofrecimiento.

—Ya veremos que sorpresas nos tiene el mañana… hoy… hoy solo quiero disfrutar de la noche —se acercó para volver a besarlo más en esta ocasión fue diferente, realmente se estaba tomando el tiempo de disfrutar la suavidad de los labios de DJ, era un beso suave, tierno que no duró mucho pues la bruja se alejó tan solo un momento, miró a los ojos al mago y añadió —quiero disfrutar de ti…— sus ojos azules brillaron de deseo, apegó más su cuerpo al de él y entonces volvió a besarlo, esta vez fue un beso apasionado, húmedo.

Tal cual lo esperaba el Scamander la joven bruja se había admirado de la mansión de este, eran muy pocas las personas que la conocían y esto era porque para él era preferible ser alguien poco conocido, aunque en realidad eso no era cierto, hace unos meses se le había encomendado ser el ministro de magia y bueno eso no era nada discreto,  escucho a la rubia decir que haber qué deparaba el mañana, que solo quería disfrutar la noche, acercándose un poco más a él, no pudo decir nada más al momento pues los labios de la ojiazul lo transportaron a otro lugar, se separó un poco solo para decirle que solo quería disfrutar de él, dándole un beso más apasionado tras cruzar sus miradas, el brillo de sus ojos azules era intenso, no había duda que el deseo se mostraba en el rostro.

El rubio la aprisionó más hacia él con suavidad y delicadeza, ese beso apasionado que estaban viviendo era único e inexplicable. El Scamander empezó a caminar lentamente hacia las puertas de la mansión, sin dejar de besarla y sin preocuparse de por donde iba, total él vivía ahí. Al llegar a la entrada tuvo un momento de torpeza pues no encontraba como abrir la misma. Fue hasta ese momento que decidió cortar de manera suave con el beso dandole una mordida coqueta en el labio inferior.

—Espero que la noche sea mucho mejor de lo que esperas, siente libre de hacer lo que quieras, siente como en casa finalizó cediendo el paso al interior de la misma, la recepción como lo imaginaba estaba vacía, pero la limpieza era inimaginable, todo estaba completamente ordenado y reluciente, -parece que esta noche estaba hecha para conocernos, y de verdad me alegro que hubieses caído sobre mi sonrió el ojiverde deleitándose con la figura de la rubia, que por cierto aún no sabía cuál era su nombre.

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@Kaylen Nott