Algo había salido mal sin duda, probablemente tenia que dejar de experimentar o mejor  aun no distraerme en el intento, el caldero había hecho ebullición de forma inesperada salpicando mi mano y brazo derecho, el ardor había sido inmediato, y un fuerte grito escapo de mis labios alertando a mi elfina, la cual acudió inmediatamente a mi  laboratorio.

Había insistido en llevarme a San Mungo, aunque  perfectamente yo podía prepararme un remedio, aunque sin una mano probablemente me habría sido mas difícil.

--Estoy bien Jade...-- dije entrando en la planta de urgencias, intentando ocultar el dolor que sentía, aunque  tomando en cuenta que la elfina me conocía de toda la vida no era fácil de convencer. 

--Aimy -- dijo mirándome con preocupación -- tiene que revisarte un sanador, eso no se ve bien...-- y tenía razón mi brazo había adquirido un desagradable color rojo violacio nada normal.

Bufé mientras hacia una mueca al intentar moverlo, el malestar aumentaba conforme pasaban los minutos por lo que deje de discutir y me deje llevar mansamente hasta el mostrador en busca de ayuda.

Leslie había ido a la cafetería a beber un buen café cargado para aquél día, el hospital parecía bastante tranquilo o quizás sea el hecho de que es muy temprano pero la Rosier necesitaba estar preparada para cualquier cosa.

Había elegido una esquina dónde sacó unos trozos de pergaminos para mandarles una nota a el Sanador, quién para su suerte lo había conocido en Hogwarts, suspiro, y dejó que su mente fantaseara un rato con el oriental cuándo sonó una alarma de emergencia que venía de la recepción.

La Metamorfaga dejó los pergaminos sobre la mesa con su pluma y corrió a dónde estaba Sol con una elfina. Leslie conocía hace poco a la Lestrange, con quién había descubierto que eran primas, pero al verla con el rostro dolorido y su brazo ampollado y con un mal color.

-Sol!!- gritó con el.corazón latiendole con rapidez -¿Qué pasó? -


R2

Intente sonreír a mi prima, que para mi fortuna  había sido la primera en llegar al llamado, para ese entonces mi brazo comenzaba a perder forma y el dolor parecía crecer a pasos agigantados.

--Leslie...-- dije en un susurro, apenas audible --Un pequeño contratiempo con una poción- continué intentando explicarle lo sucedido-- Estoy bien, Jade es una exagerada.-- Dije mirando hacia mi elfina que parecía al borde del colapso de solo verme.

De pronto todo parecía andar en cámara lenta, apenas podía escuchar, el ruido a mi alrededor, así como la voz de Leslie se fue amortiguando, mientras el dolor se intensificaba haciéndome tambalear y lanzar un nuevo quejido.

Mi visión también comenzó a fallar, apenas tuve conciencia de donde estaba, mis piernas fallaron y no supe mas de mi.

Rosier ayudó a la Elfina a agarrar a Sol antes que tocará el suelo. La Sanadora agitó su varita e invocó una camilla que con ayuda de la criatura subieron a la bruja para acostarla. Mientras Jade acomodaba los pies de su ama Leslie se puso a revisar el brazo de su prima.

-¿No sabes los ingredientes de la poción o que poción era?- le preguntó a Jade.

Agitando su varita unas tiras de la camilla en volvieron a la Lestrange en las piernas, torzo y la cabeza. Leslie tomó el brazo para analizarlo, a medida que pasaba el.tiempo se ponía más rojo y al rosar los bordes estaba más caliente que cualquier parte de su cuerpo, cómo si fuera fuego.

-Sarah ¿no?- le preguntó a una emfermera que se le acercó al verla tratar con Sol.

- Si- le respondió.

- Abreme la puerta del Box 1, necesita tratamiento con urgencia- le dijo a la muchacha que corrió a la puerta con un gran 1 en negro en la placa al lado de la puerta.

Ingresaron a Sol al box pero no le permitieron a la elfina a entrar, ya que ahora le correspondía a ellas hacerse cargo de eso. Leslie esperaba tambien que no tuvieran otra urgencia porque no sabia donde estaban la aprendiz y el sanador.



R3

JADE

Mi niña se desplomo ante  mis ojos, apenas tuve tiempo de reaccionar igual que la sanadora que nos había atendido, entre las dos logramos evitar que se lastimara aun peor de lo que ya estaba, me sentía impotente al no poder hacer mas por ella y mi preocupación crecía a cada segundo que no recobraba el conocimiento.

La mujer me pregunto si conocía los ingredientes que ella había usado en la poción, desgraciadamente no tenia la información, ya que una de las costumbres de Aimy era encerrarse en si laboratorio y pedir no ser interrumpida.

--Jade no lo sabe...-- respondí abrumada. Viendo como la colocaba en una camilla y se la llevaba lejos de mi, las seguí de inmediato, pero otro de los presentes me detuvo dejándome fuera de aquella sala, esperando que todo saliera bien.

El Hospital San Mungo de Enfermedades y Heridas Mágicas fue más difícil de encontrar de lo que pensó pero tenía tantas ganas de comenzar con su trabajo que estuvo durante un buen tiempo buscando los almacenes  hasta que  cuando por fin dio con aquel lugar no dudó en entrar aunque tuviera que preguntar maniquí por maniquí hasta que uno pudiera dejarlo pasar  las dependencias del hospital, pero ahora tenía otro problema, necesitaba encontrarse con la gerente del hospital y solo contaba con el nombre que traía la lechuza enviada por la dependencia hospitalaria donde se le afirmaba como sanador.

-Buenos días soy Xiao Nahi Sanador y estoy buscando a la gerente Rosier- dijo a la recepcionista esperando que pudiera darle indicaciones.

Ser extranjero resultaba un poco complicado a la hora de comunicarse pues muchas veces, aunque su idioma ingles eran bastante bueno, el mago se veía obligado a dar muchas explosiones acerca de cosas que necesitaba decir y por hora solo pocas personas entendían bien sus palabras ¿cómo podría Nao con los problemas que tenia de hablar inglés correctamente?

Después de las instrucciones se las arregló para llegar a la planta especial donde se encontraba la gerente aparentemente atendió a alguien y decidió intentar ayudarle – Buenos días señorita Rosier me presento como sanador -

@Leslie Rosier