Mal evanescente y Escrofungulosis.

Lunita Gryffindor-Empleada de Aurores.

Me había llegado el rumor de una epidemia mágica, ocasionada por un niño que había llegado con malestar al hospital de heridas mágicas, suspire mientras caminaba rápidamente por el ala del hospital impidiendo que entraran más personas, había una aglomeración de magos y brujas que desesperados querían atenderse y no escuchan mi súplica, suspire por segunda vez y seguí diciéndoles aquello que me sabía de memoria.

- No pueden entrar, entiendo que tenga dolor en el cuerpo y dolor de cabeza, pero tiene que esperar hasta no saber la situación adentro no podemos dejarlos entrar y mi respuesta sigue siendo no - les dije sonando más autoritaria de la cuenta, con mi repique de campañas más alto de lo habitual -

Solo me había llegado el rumor de que la planta alta estaba en cuarentena así como la tercera y segunda, podía ver desde allí a los medimagos y enfermeros entrando y saliendo por todos lados, era un lío de gritos y gente corriendo por los pasillos, era en esos momentos en que tener visión vampiresa me hacía desear no tenerla, para no escuchar tantos grupos y pedidos de auxilio, pero me reconforte cuando pude escuchar a Bo y algunos más que no conocía ayudando, me pregunté si Hades estaría allí o no correspondería a su jurisprudencia aquel penoso altercado.

- Por favor, orden quiero que se calmen y que sepan que el departamento auror junto con los de medicina mágica estamos haciendo lo impensado para atenderlos a todos, formen una fila por orden de llegada y sin pelearse por favor - Les pedí viendo como seguían agolpándose y gritando, esperando que me hicieran caso y se pusieran en dos filas -

Esto era como detener el clima, entendía la preocupación de las personas, pero si no se organizaban una no sabía si debía de llevar campera o ir en remera, algo así pasaba en esos momentos, que por afollarse y llenarse de gritos, la colorada no sabía si lograría que ellos le hicieran caso, solo esperaba que sus ojos verdes sonaran lo suficientes amenazantes como para que se quedaran quiero de una vez, suspirando se dijo que hoy sería un largo y tedioso día para la joven auror.

Era dificil, ese dia era especialmente dificil, aun no estaba del todo enterado de lo que sucedia en el hospital, pero sabia que algo se esparcia y era rapido, mucha gente dentro del hospital presentaba una fiebre muy elevada y Max corria de un lugar para otro, trayendo pociones, almohadas, mantas, toallas frias y demas cosas, aun no era doctor como tal, asi que seguia a las ordenes de los doctores mas experimentados, aunque parecia que no daban a vasto hoy.

Salio un momento para ver como iba la aglomeracion de gente, no le sorprendia ver a un rio de gente sin control alguno tratando de entrar -¿no les puedes hacer un petrificus totalus a todos?- le pregunto a Luna mientras trataba de aparentar calma -¿como van las cosas por aqui? ¿Crees que puedes evitar que entren?-

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]

Naihe Xiao todavía estaba en su oficina sin imaginar la magnitud de los acontecimientos que ocurrían prácticamente en la entrada del hospital. Un grupo de personas prácticamente descontroladas intentaban ingresar al recinto alegando que tenían casos urgentes de fiebre alta, dolor de cabeza, de huesos y algunos estaban presentando síntomas de vómito y diarrea y Luna como empleada del equipo de aurores intentaba contener a la tuba que trataba de ingresar sin ningún control y en ese punto Xiao Naihe desconocía la magnitud de todo mientras redactaba una misiva solicitando unos medicamentos pedidos por Hades.

Al Instante alguien un poco alterado llamo a la puerta y después de hablar en mandarín solicitando entrar Xiao uso un hechizo para abrir la puerta a su asistente Chen Xiao-xi que lucía pálida y apunto de desmayarse cuando ingresó en la oficina.


- ¿Pero ¿qué te sucede?  - preguntó algo preocupado por la chica.


- me siento enferma- dijo inmediatamente- me duele el cuerpo y no soy la única –


- ¿a qué te refieres –


-hay muchos pacientes ingresando y se quejan de los mismo- le dijo.

Lunita Gryffindor - aprendiz de Auror

- Nada me gustaría más Max que hacerles un petrificus, pero no puedo a menos que me ataquen y por ahora no lo están haciendo, sabía que este día sería tedioso y complicado, pero no esperaba tanta gente presentando los síntomas, enserio esto parece un Apocalipsis o algo así, en cuanto si puedo lograr calmarlos o que entren, lo intentaré lo maximo que puedo, se que podré controlarlos o al menos morir en el intento - le dije sonando más animada que hasta hace un minuto e interesado pensar en alguna idea para tal aglomeración -

- Por favor, formen dos filas, no lo repetiré de nuevo, necesito que se calmen y se formen o nadie entrara al recinto y hablo enserio, por favor por aquí, no vayan por allá - Les pedí viendo como algunos parecían querer entrar por otra puerta, aprovechando el tumulto de gente -

Suspire intentando calmarme y calmar a la parda de personas, era comprensible lo que les sucedía querían saber si habían enfermado o no, pero si se ponían así de alocados nunca podrían atenderlos en orden y no podrían saber que tenían, así que esperaba que me hicieran caso en cuanto escucharan mi cantarina y alegre voz, por más que ahora soñaba cansada y bastante menos alegre que de costumbre.

- Max, tesoro, sabes cómo andan adentro? Acá los tengo más o
Menos controlados, lo que no sé es por cuánto tiempo me harán caso, además por allí va cayendo gente al baile, así que tendremos para mucho tiempo más y prepara café, que este será un día bastante largo pobre, crees que adentro se pueda contener todo? - le pregunté preocupada y preguntándome si Xiao o mismo Max podrían lograrlo la mar de bien -

Esa mañana la Yoshikawa llegó al hospital un poco desganada, sin ánimo de nada. no solo por la falta de entusiasmo estudiantil, sino también porque por el momento la vida no le parecía demasiado atractiva y seguramente era por su adolescencia o quizá había algo más, pero cuando llevaba una hora de estar en el hospital comenzó a sentirse muy mal.


Dolor de cabeza, dolor en la espalda, dolor en los huesos tal como se sentía el niño que recién llevaba unos 20 minutos de haber ingresado y por ese motivo sintió la necesidad de pedir a una de las elfinas del hospital que le llevara con Maxwell o Naihe en caso que ya estuviera en el hospital para reportar su estado de salud.


-La llevare con el Joven maxwell que es el más cercano – respondió la elfina y se apresuró a llevarla.


-Joven maxwell la joven Nao no se siente bien – informo al mago cuando llego con la muchacha que tenía unas grandes ojeras y se sentía muy débil.

-¿Que quieres que te diga Luna? Adentro no estamos mejor, los doctores no dan a vasto y el resto de nosotros luchamos con los pacientes y con no contagiarnos... Oh por dios, ¡callaos todos!- grito el joven ingles mientras el tumulto de gente alzaba aun mas su voz. ya enojado, saco su varita de un bolsillo de su bata de medico y apuntandose a la garganta dijo -¡SONORUS!- su voz se volvio masivamente mas alta y grave, haciendo callar a gran parte de las personas presentes -¡Callaos, se les dejara entrar cuando la situación este mejor controlada!- dicho esto, puso fin al encantamiento diceindo -¡Quietus!- suspiro y volteo a ver a Luna -era eso o aplicar un flipendo por turnos a cada uno, suerte amiga, vuelvo adentro, ya debe de haber un doctor gritando mal mi nombre por alli-

Se volteo para adentro del hospital y sin caminar mucho se encontro con Nao, cuando iba a saludarla de manera alegre, vio que su elfina la traia muy enferma, se asusto y con la varita trajo una camilla al sonido de -¡Accio!- cuando llego, la hizo recostarse con cuidado mientras la empezo a llevar por el hospital -Nahie, sabra que hacer, solo tenemos que encontrarlo...- Y eso iba a hacer, fue directo a su oficina.

Estaba verdaderamente sin ánimo, como si de pronto le faltase el aliento y su cuerpo pesara demasiado y le costaba mantener su cuerpo de pie. Era como una gripe bastante fuerte, pero al mismo tiempo tenían muchas náuseas y aunque no se daban cuenta algunos dedos comenzaban a volverse de color violeta y a simple vista costaba mucho entender de que enfermedad se trataba.

-Debe sr el mismo virus que trajo a todas esas personas acá- respondió a Maxwell – nada que un buen tiempo de descanso no pueda solucionar – agregó intentado sonreírle.

La verdad del asunto es que esta vez estaba sintiendo mucho más fuerte la sintomatología que en los resfriados comunes y esto era realmente lo que más le hacía estar preocupada y también teniendo en cuenta el mareo. - ¿crees que pasaría algo más complicado? –


Esperaba se tratará de un virus normal pero la verdad le esperaba la cantidad de paciente que deseaban entrar en ese momento- Si, Naihe debe saber mucho más.

Asenti con la cabeza a las palabras de Nao, ella siempre trataba de ser alegre y optimista, pero ahora era obvio que le costaba, estaba muy enferma y quien sabia de que estaria enferma, por lo que me apresure a llegar a la oficina de Nahie, muchas veces diciendole a otros internos que se movieran y esquivando enfermos que me iban exigiendo explicaciones o ayuda.

-Terminare por quitarme la bata para ver si asi me dejan tranquilo- le comente a Nao a modo de broma.

Despues de unos momentos llegue frente a la oficina de Nahie y toque su puerta varias veces, para luego atender a Nao, tomar su temperatura y demas.