-Malditos islandeses -pensó Samantha- que quieren el manuscrito, que ese no es, que si lo es... Pues claro que no lo era, pero era una copia perfecta. Ella misma lo había falsificado hacia muchos años y los muggles daneses nunca se habían dado cuenta. Pero era evidente que los islandeses lo habían hecho inspeccionar por un mago. y allá tuvo que ir la Sokal, a dar explicaciones y convencerlos que era el original. Al final se lo habían tragado, pero ella había perdido varios meses de su vida fuera de la comunidad mágica.

La bruja danesa dejó la moto en un callejón y camino despacio por la calle, como siempre se preguntaba si ese era su mundo. ¡Que tanto,  debía serlo! más ahora que había conseguido un trabajo en el Ministerio. Se preguntó qué pasaría con Hogwarts, seguramente habrían cubierto sus puestos. Suspiró. Al menos aun tenía el manuscrito.

Entró en la cafetería sin pensarlo mucho, no tenía hambre pero un té le vendría bien ¿servirían bebidas alcohólicas allí?

Había tenido la intención de encaminarse al rincón mas oscuro que encontrara, pero vio a Heberth Rosier en la barra, hablando con un par de chicos orientales. ¿Caras conocidas? Los orientales todos se parecían.

Caminó hacia  al grupo y tomó asiento a un costado, en la barra misma,

-Vaya, Heb, tanto tiempo -dijo mirando a Rosier a la vez que buscaba alguien que la atendiera para preguntarle si tenían vodka - ¿qué se cuenta por acá?

 
Esperando a que el francés respondiera al mago que estaba con ellos a quien a Yuri parecía haber visto antes, aunque quizá solo fuera su impresión sobre todo a escuchar decir que posiblemente era profesor del francés. entonces sonrió con el comentario pues el mago tampoco estaba seguro de conocer a Eliot. - Bien entonces posiblemente sería mejor presentarnos – dijo Yuri resulta a no pasar una pena con esta situación.


Mientras tanto una rubia ingreso también en la misma cafetería y sin determinar a Eliot y ella se dirigió al otro mago llamándolo Heb o algo así entendió la asiática – ¿a qué se refiere ella? - preguntó al francés pues seguramente el podría explicarlo mejor.


@Heberth Rosier , @Ilhan Eliot Bonaccord , @Samantha Sokal

El castaño sonrió al ver que lo reconoce, sonrió ante el abrazo y dejo un beso en su mejilla, se veía tan linda y parecía estar muy feliz pues noto su sonrisa, aunque intentaba esconderla, el estaba feliz de verla y no pudo evitar sonreír al escuchar que decía su nombre en vez de llamarlo por su apellido como solía hacerlo, quizás el ahora debería llamarla también por su nombre.

Sintió una sensación extraña en su estomago al verla, pero esta sensación fue aún mayor cuando sintió como la chica lo abrazaba, se sonrojo un poco por ellos pues la chica era muy linda y adorable, le daban ganas de tomarla de las mejillas y llenárselas de mimos, pero con más gente alrededor decidió no hacerlo.

Miro al chico que estaba en la barra, Yuri parecía conocerlo y a él solo le parecía conocido, pero no podía estar seguro de si lo conocía o no. El castaño hizo memoria intentando recordarlo, pero seguía sin poder decir de donde lo conocía, -creo que si seria mejor presentarnos nuevamente-

El chico observo lo que ocurría y miro a Yuri cuando le pregunto, el chico tampoco entendía que estaba pasando del todo, -No lo sé, me parece que ellos dos si se conocían de antes- le dijo a la chica un poco extrañado por lo que estaba ocurriendo.

El ambiente del café era estupendo, el encuentro con esos chicos era algo inesperado y de cierta manera un poco extraño; ya que aquel chico francés era muy reconocido para el rosier; aunque por disimular ante aquella chica no le dio mayor importancia.

Los chicos estaban observándome cuando escuche una voz muy familiar, alguien a quien realmente estimaba de cierta manera y siempre era un gusto cruzarme. Era nada más y nada menos que mi excompañera de trabajo Samantha.

- No lo puedo creer - Dije girando en dirección de la rubia - Cuanto tiempo ha pasado - dije con un sonrisa y dejando de lado esa taza de chocolate y el pay de manzanas.

-Sam si ha sido mucho tiempo! - dije exageradamente aunque solo fueran un par de meses; le hice una seña para que tomara asiento junto  a mi lado.

Después de saludar a mi compañera de aventuras, gire en dirección de los chicos; y les sonreír - Si  claro seria genial presentarnos de nuevo por si no nos recordamos - sonreí un poco.

- Bueno mi nombre es Heberth Rosier; profesor de Hogwarts en estudios muggles, dueño del castillo de la esquina de la calle otterry y uno de los cuantos magos que les gusta la lectura - dije sonriéndole a los chicos; todo era cierto aunque no como ya se le había vuelto costumbre finalizaba mirando fijamente los ojos de cada uno esperando que no dudaran de el ni un segundo.

Sonrió a la chica, no sabia bien que era, pero verla hacia que se olvidase que existía un mundo además de ellos dos, parecía que apenas y habían pasado unas semanas desde que la conoció en ese mismo sitio y el seguía sintiendo por ella lo mismo que sintió al verla  por primera vez, no entendía lo que pasaba pero sentía que estaba entrometiéndose en algo que no debía al estar ahí parado interrumpiendo la charla de la rubia y del chico.

hizo una leve reverencia al escuchar la presentación y después prestó toda su atención a la chica.  Escucho la voz de la chica mientras se presentaba, era acaso que tenia una voz angelical o a él todo de ella le parecía perfecto y hermoso?, sonrió un poco más al preguntarse eso en sus adentros y de inmediato se concentro en lo que pasaba en la conversación.

-Yo soy Ilhan Eliot Bonaccord y también vivo en el castillo de la Familia Porpintong, Nao me acogió ahí cuando llegue a Inglaterra, un gusto conocerte Herberth- Nunca se había detenido a pensar en que el y la chica prácticamente vivían juntos ya puesto que ambos vivían en el castillo de los Porpington, prácticamente podría verla todos los días si así lo decidiera.

Yoshikawa no estaba segura de las normas sociales de occidente porque a diferencia de su prima, ella no había socializado más que con su propia familia y por supuesto con Ilhan Eliot. As que, no estaba al tanto sobre la relación existente entre la rubia y el mago que recién estaba conociendo y quizá estuviesen entrometiéndose.


A decir verdad, para Yuri en ese momento preciso quien más le interesaba era aquel chico francés de cabello castaño a quien desde el di que le conoció en ese mismo sitio sintió mucho más interés del habitual hacia alguien y es por eso que ahora mismo toda su concentración se centraba en aquellos ojos azules -es verdad – susurró al darse cuenta por primera vez que ambos compartían la misma vivienda.


-Muy interesante señor Rosier, aunque no me he pasado nunca por Hogwarts pues mis estudios los realice en Mahoutokoro como la mayoría de mi familia. - comentó.
 
@Ilhan Eliot Bonaccord , @Heberth Rosier, @Samantha Sokal, @Elizz ,

El tiempo se había vuelto relativo para el ojiverde, los meses parecían días, los días horas y las horas se volvían minutos, el trabajo lo absorbía como nunca en toda su vida las labores ministeriales y las jornadas escolares lo consumían demasiado, a tal grado que el mago parecía desalineado y fuera de sí, pero como siempre solía decirse después de la tempestad llega la calma, y en ese momento fue así, era el momento justo para que se tomara un tiempo libre. Motivo por el cual decidió que lo mejor sería tomar un leve pero reconfortante descanso. Se apuntó con la varita para cambiar su vestimenta, ahora se podía observar con unos jeans claros que hacían juego con una camisa a tono verde olivo oscuro y se acomodó un poco el cabello. Posteriormente camino un poco por el callejón Diagón, esperaba no encontrarse a nadie y mucho menos tener que trabajar, quería por lo menos cinco minutos para descansar.

Mientras paseaba por el lugar un olor muy agradable y reconfortante llego a su olfato, motivo por el cual el Scamander no dudo en girar la dirección de sus pasos para ingresar al lugar del cual el aroma emanaba. Estando frente a la puerta de cristal observo su figura, no había duda de que el tiempo no pasaba en vano, sus ojos se veían cansados, el cabello no tomaba la forma que él estaba acostumbrado y lo peor el bello facial no era estético, pero por otro lado quizás el aspecto que en ese momento presentaba lo haría pasar desapercibido.

Ingreso al lugar y pudo observar que en el mismo varias personas disfrutaban de la especialidad de la casa, café, no vio mas haya de unas cuantas mesas en el centro del lugar y camino a la barra del fondo para realizar su orden.

--Buongiorno, mi scusi, potrebbe farmi un Ristretto? – En ocasiones al castaño se le olvidaba su idioma de origen. –Disculpe quisiera un Ristretto por favor—aclaro ante los ojos atónitos de la chica que atendía el local –¿Cuenta con baño? – preguntó para olvidar lo ocurrido, después de que le señalaran el lugar donde se encontraba el mismo se dirigió a él.

--No hay duda, estoy más confundido que nada—menciono al verse al espejo dentro del cuarto de servicio. Salió del mismo y se dirigió a la barra, su pedido ya se encontraba ahí, lo tomo y al momento solicitó uno más, tomo la pequeña taza y se encamino a una de las barras donde se mostraba el Profeta, quizás serian los 5 minutos más rápidos de descanso, pero esperaba tranquilizarse un poco. Ya en la barra. Mientras iniciaba su lectura, reconoció un aroma que anteriormente había tenido muy cerca, ese aroma no era perceptible al olfato humano ya que el olor del café era superior, pero gracias a la sangre licántropa que recorría su cuerpo su sentido olfativo estaba mas desarrollado, pero djvash dudo que esa persona se encontrara en el lugar, después de todo tenía mucho tiempo que no la veía quizás se estaba confundiendo, por lo que centro su mirada en el periódico que reposaba en la pared frente a él.

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@Kaylen Nott

De rato en rato la rubia levantaba la mirada para observar a los magos y brujas que recorrían el callejón Diagon, empezaban a realizar compras navideñas, sin duda personas precavidas que no esperaban a que fuera la ultima hora para comprarlo todo, Kaylen claramente no estaba dentro de ese grupo. Apenas y acababa de notar que casi todos los locales ya lucían las mejores galas navideñas, probablemente se debía a que no era muy amante a esas fiestas pues le recordaban lo sola que estaba.

Bebió el ultimo sorbo de su capuchino y se descubrió pensando que era una lastima que no fuera una bebida con un poco de alcohol «tratas de dejarlo… recuerdas» pensó mientras dejaba la taza vacía sobre la mesa, entonces casi por accidente su mirada fue a parar en la figura de un hombre alto y atractivo, fue tan solo un instante así que pensó que tan solo lo estaba imaginando, después de todo lo había imaginado un par de veces y deseado verlo unas cuantas veces mas.

Dando un suspiro cerro el libro que había estado leyendo preparándose para salir del local, sin embargo, volvió a sentarse cuando el aroma de dicho mago inundo sus fosas nasales. Lo buscó con la mirada ubicándolo en la barra, estaba de espaldas a ella, pero era él estaba segura de eso. Sin poder evitarlo se sintió un poco nerviosa ¿se acordara de ella? Hace mucho tiempo que no visitaba Londres y solo se habían visto una sola vez, una vez en la que ella no se comporto muy correctamente que digamos.

Con que escusa podía acercarse, no podía simplemente acercarse y preguntarle si se acuerda de ella o ¿si? ¿Y si no la recordaba? Después de todo la noche en que casi pasa de todo entre ellos, los dos iban pasados de copas. «solo acércate y salúdalo ¿Por qué te complicas tanto?» se recrimino mientras intentaba buscar las agallas para hacerlo «si no te reconoce siempre puedes hacer como que te equivocaste de persona y listo» siguió pensando poniéndose en pie en el momento en que la silla que estaba junto al licántropo se desocupo «Perfecto»

—Hola…¿me alcanzas uno por favor? —dijo refiriéndose al profeta, había visto el periódico y prefirió improvisar a únicamente llegar y preguntar si sabia quien era ella. Fingiendo reconocerlo ese momento y armándose un poco de valor la bruja añadió —Vaya que agradable coincidencia ¿Sacamander, verdad?. Nos conocimos hace algún tiempo, no se si me recuerdas —añadió con una sonrisa un poco tímida.

No había pasado mucho tiempo cuando el olor se intensifico, algo en él quería buscar la fuente de aquel aroma tan delicado y a la vez delicioso, pero quería evitar ser obvio y sobre todo que alguien más fuera el origen. Cambio de pagina para continuar con su lectura cuando una voz a su espalda le solicitaba el diario, era esa voz la que lo puso un poco nervioso, y antes de actuar para entregar el ejemplar que en su mano sostenía escucho su apellido, en ese momento se dio cuenta que no era otra persona más que aquella joven que hacía tiempo conoció.

-Señorita Nott, como poder olvidarla-le sonrío al momento que se ponía en pie, le extendió la mano para saludarla y al momento de la respuesta de la rubia le dio un leve beso en su mano, posteriormente la invito a sentarse a su lado, sus ojos azules eran maravillosos tanto que el ojiverde se ruborizo un poco,  --Es un gusto tenerla por aquí— le dijo al momento que ambos tomaban asiento.

No podía dejar de observarla, no había duda de que su belleza era inigualable y sobre todo que lo hacia olvidarse de todo lo que pasaba a su alrededor. –Dígame a ¿Qué debemos su visita? – le preguntó al momento que en su mente aparecían las imágenes de como fue que se conocieron y todo lo que habían pasado en aquella ocasión, era increíble que a pesar del tiempo que no se habían visto, ambos se recordaran y sobre todo lo mas inexplicable era que se habían encontrado de nueva cuenta.

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@Kaylen Nott