No había pasado mucho tiempo cuando el olor se intensifico, algo en él quería buscar la fuente de aquel aroma tan delicado y a la vez delicioso, pero quería evitar ser obvio y sobre todo que alguien más fuera el origen. Cambio de pagina para continuar con su lectura cuando una voz a su espalda le solicitaba el diario, era esa voz la que lo puso un poco nervioso, y antes de actuar para entregar el ejemplar que en su mano sostenía escucho su apellido, en ese momento se dio cuenta que no era otra persona más que aquella joven que hacía tiempo conoció.

-Señorita Nott, como poder olvidarla-le sonrío al momento que se ponía en pie, le extendió la mano para saludarla y al momento de la respuesta de la rubia le dio un leve beso en su mano, posteriormente la invito a sentarse a su lado, sus ojos azules eran maravillosos tanto que el ojiverde se ruborizo un poco,  --Es un gusto tenerla por aquí— le dijo al momento que ambos tomaban asiento.

No podía dejar de observarla, no había duda de que su belleza era inigualable y sobre todo que lo hacia olvidarse de todo lo que pasaba a su alrededor. –Dígame a ¿Qué debemos su visita? – le preguntó al momento que en su mente aparecían las imágenes de como fue que se conocieron y todo lo que habían pasado en aquella ocasión, era increíble que a pesar del tiempo que no se habían visto, ambos se recordaran y sobre todo lo mas inexplicable era que se habían encontrado de nueva cuenta.

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@Kaylen Nott

Tenerlo tan cerca de ella hizo que su corazón latiera mas rápido, había olvidado el efecto que el mago tenia sobre ella. Estiro la mano para saludarlo y un beso fue depositado en ella en una muestra de caballerosidad que pocos hombres tenían. Sonrió encantada ante la invitación a sentarse junto a él. La verdad era que no tenia intención de leer el profeta así que el periódico pronto paso al olvido.

—Para mi también es un gusto el que hayamos coincido ¿Vienes mucho a esta cafetería O solo ha sido una agradable coincidencia? —pregunto la fémina quien se apresuro a ponerse cómoda dejando su bolso a un lado junto con su abrigo —Estoy de vacaciones unos días, mis ultimas visitas a Inglaterra siempre fueron por trabajo, esta vez vengo en busca del placer de conocer mejor el lugar. Así que si tienes alguna recomendación me vendría muy bien—le comento con su acento ruso ya no tan marcado.

Una camarera se acerco hacia la pareja para preguntar si necesitan algo mas o estaba todo en orden, la rubia pidió un nuevo capuchino y otro croissant de arándanos. Cuando la dependiente se alejo la bruja se quedo por un momento mirando al licantropo, había sido realmente una agradable coincidencia encontrarlo en ese lugar, seguramente tenia una agenda ocupada.

—¿Como has estado tu? imagino que sigues igual de ocupado dirigiendo el colegio y además eres el ministro ¿Verdad? —le pregunto para luego agradecer con una sonrisa a la dependienta que dejo su pedido sobre la barra.

--Digamos que fue una muy agradable coincidencia, generalmente mis visitas a los locales de Hogsmeade son de carácter ministerial, o en su caso como el de hoy para tomar un poco de aire— le dijo el ojiverde a la joven que lo acompañaba, en muy pocas ocasiones lograba quedarse más de unos minutos en los locales, pero en esa ocasión había sido distinto, de verdad necesitaba unos minutos de descanso. La respuesta de la ojiazul sobre su estadía en el lugar lo alegro, era el momento idóneo para descansar y con una agradable compañía no podía dejarlo pasar, adicionalmente no podía ser un mal anfitrión, lo que debía de hacer era pensar rápidamente a qué lugar podrían acudir ahora que ya se encontraban ahí. –Pues tendría que pensar en un lugar, ¿Cómo cuáles son tus gustos? — le preguntó para ganar un poco de tiempo mientras analizaba las opciones posibles.

Antes de que pudiera decir algo más y en espera de su respuesta una camarera se acercó, la rubia encargo un capuchino y croissant, mientras el castaño solicito otro ristretto, apenas la chica que los atendía se fue, la mirada de Kaylen lo miro, lo que ocasiono que el rubor en sus mejillas se ampliara de una manera que no le había sucedido en mucho tiempo.

De nueva cuenta fue la rubia la que tomo la palabra, solo para preguntar sobre su estado, y sobre las actividades que desarrollaba en su día a día. Justo cuando iba a responder llego la dependienta con el pedido que le habían encargado, y paso lo que el Scamander estaba evitando, la chica que los atendió lo saludo de manera muy formal, a lo que el mago se limitó a sonreír.

--Creo que esta noche comeremos gratis – le dijo a su acompañante sonriendo un poco, meditó por un instante sobre la respuesta que le daría a la ojiazul que lo acompañaba, y sin más le respondió –Pues creo que dentro de lo que cabe estoy bien, me case y bueno las labores dentro del colegio y en el ministerio son muy duras – río un poco al ver su rostro, --no creas, si soy el ministro de magia y sigo siendo profesor de cuidado de criaturas mágicas en Hogwarts, pero en cuanto a lo otro solo fue una pequeña broma –  aclaro pues no quería perder la oportunidad de estar un día con ella, ahora que se habían encontrado de nuevo. Tomo un sorbo de su bebida y continuó --Y tú, ¿Cómo has estado? — le dijo mirándola fijamente pues sabía que su broma podría salir cara.


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@Kaylen Nott

Al parecer el que hubieran coincido en aquella cafetería era todo gracias a una agradable coincidencia. Jamás se imaginó que lo encontraría ahí, no podía negar que tenía muchas ganas de verlo y que probablemente sus pasos la hubieran llevado de una u otra forma al ministerio, donde era más probable que él estuviera, porque si tenía que ser honesta consigo misma, elegir Inglaterra para sus vacaciones no había sido al azar, eran esas ganas de volver a coincidir con el mago que tenía en frente lo que en realidad habían motivado cada una de sus acciones.

Cuando él le preguntó sobre sus gustos para recomendarle lugares, lo que en realidad quería responderle que cualquier lugar al que él esté dispuesto a acompañarla, estaría perfecto no lo dijo, en su lugar se quedó pensativa por un momento, no conocía mucho del lugar, pero le gustaban las playas, las montañas, el aire libre por decirlo de alguna manera. Estuvo a punto de responder pero lo que le dijo a continuación la dejo desconcertada y con una especie de vacío en su pecho, con una sensación de pérdida «Me case» no prestó mucha más atención luego de esas palabras.

Para intentar ocultar su sorpresa e intentar que su rostro no delatara su decepción se llevó la tasa de chocolate a sus labios y bebió un sorbo, pero casi se atraganta cuando él como si nada le dice que tan solo estaba bromeando, sonrió un poco aliviada de que fuera solo una broma, aunque ¿desde cuándo le importaban ese tipo de cosas? Volvió a mirar al mago, quizá porque se trataba de él, después de todo aunque él no lo sabía, había cambiado su mundo aquella noche.

—Que gracioso —Se quejó mientras limpiaba sus labios con una servilleta —Luego no te quejes si yo también me pongo a bromear —Dijo con una sonrisa, volviéndose a relajar decidió continuar con la conversación.

—La verdad es que no me puedo quejar, me ha ido bastante bien, deje el modelaje y esa vida por algo más tranquilo. Ahora trabajo en una empresa que busca combinar la magia con la tecnología —Le comento mientras sacaba la guía para turistas que había comprado —He visto varios lugares aquí y a juzgar por mis elecciones, yo diría que me gusta el aire libre. Quisiera alejarme un poco del bullicio de la gente —añadió mientras le entregaba el folleto.

—¿Por qué no te unes a mí y te tomas unos días libres? —Dijo sin pensarlo mucho —por lo que dices tu trabajo es muy duro, quizá unos días fuera te ayuden a recargar energías —añadió.

La reacción de la rubia después de la broma que le había realizado el mago lo alegro por un momento, al parecer el sentimiento que el tenía por ella era similar, y eso le hacía creer que esas buenas coincidencias eran lo mejor, aunque después de su respuesta el castaño se puso un poco nervioso, a que grado serían las bromas que ella le podría causar. Pero de inmediato la conversación cambio de nueva cuenta, ahora él estaba asombrado.

--Vaya quien lo diría, combinar la magia con la tecnología eso se escucha increíble, se que no estamos muy alejados de esa combinación y probablemente nos ayude a ambos mundos—le respondió al momento que la joven sacaba una guía turística al mismo tiempo que le mencionaba que ya había estado viendo varios lugares que le podrían caer muy bien, que quería alejarse un poco del bullicio de la gente. Al terminar le dio el pergamino al ojiverde el cual empezó a leer.

*Unos días libres contigo* pensaba el Scamander observando el folleto aun –Si, el trabajo ha sido muy duro, no lo puedo negar—le dijo pensando en que llevaba más de un año sin parar –Recobrar las energías sería algo que probablemente necesite—continuó sonriendo un poco, esperaba que esa respuesta fuera clara para Kaylen, estaba dispuesto a pasar unos días con ella, esperaba replicar aquella sensación de sus labios.

--Y cuál crees que sea el destino perfecto, creo que al igual que tú, también me gustan los recorridos al aire libre, después de todo así fue como conocí a la mayoría de las criaturas mágicas—le dijo recordando sus aventuras después de graduarse del colegio donde se concentro en encontrar a la mayoría de las criaturas existentes en el planeta. –¿Te gusta escalar? – le preguntó levantando la cara para mirar sus hermosos ojos azules.


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@Kaylen Nott

La respuesta que recibió por parte del mago fue favorable y eso la sorprendió agradablemente, pues imaginaba que al estar a cargo de dos de las instituciones más importantes se le complicaría un poco el tomarse unos días así sin mayor planificación. Sin embargo, ese detalle en ese momento no le importaba a Kaylen que había pasado de planear unas vacaciones sola a planearlas junto al apuesto lican.

—Antes de que llegaras estaba me llamo la atención este lugar, Coniston, está dentro del distrito de los Lagos —dijo enseñándole en el folleto las fotos de hermosas cabañas de lujo que además de tener todas las comodidades tenían una vista impresionante —Los paisajes se ven increíbles se podría alquilar alguna y luego conocer los lagos que queden cerca. Las playas aun no las terminaba de revisar… —Añadió para luego levantar la mirada cuando el le pregunto sobre escalar.

La verdad era que no le gustaban demasiado las alturas, una de las principales razones por las que jamás volaba en escoba, así que no se le había pasado por la cabeza escalar. Pensó por un momento su respuesta y luego optó por decirle la verdad, no quería fingir que le entusiasmaba algo tan solo por complacerlo, tarde o temprano él se daría cuenta y probablemente se generaría una situación incómoda.

—En realidad no soy muy amante a las alturas, creo que sería pésima escalando. Lo siento —Dijo con una leve sonrisa. —pero puedes escalar tu y yo podría gozar de la vista… estoy bastante segura de que será muy buena —añadió con coquetería dando a entender que no estaba hablando de los paisajes.

Yoshikawa Nao era una de las personas que le llego la lechuza con la carta de invitación al negocio de Cofee House que casualmente era de su amiga Elizz con quien había iniciado el colegio y que realmente era su amiga, pero resulta que estaba ausente es estos omentos y solo Belana su elfina atedia aquel negocio, peo eso no impedía que cualquier mago o bruja pudiese disfrutar de aquel negocio que realmente era fantástico.

Así que para la joven japonesa decidió responder al mensaje de su amigo Ilhan Eliot, a quien apreciaba muchísimo y además se trataba de alguien muy importante para su prima Yuri. — a ver qué a Tememos – dijo casi al tiempo que estaba llegando al lugar

De verdad ella también deseaba divertirse un poco y es por eso que aceptaba la propuesta de su amigo y al ingresar en un negocio de café y ella de verdad estaba acostumbrada más a tomar té, pero en gran Bretaña había aprendido a tomar un poco más el café, a pesar de allí también tenía la cultura de té.

—Hola Ilhan, me gustó la idea de salir— Dijo no más al verlo.

El pobre hombre aguardó con nerviosismo durante unos largos minutos que, para él, se estiraban como si fueran una eternidad. ¿Y si nadie acudía? ¿Qué sucedería si las cartas se perdían en el camino o si nadie mostraba el más mínimo interés en unirse a su reunión? No deseaba ni siquiera considerar esa posibilidad, pues temía que pudiera atraer la mala suerte como un dementor acechando en la oscuridad. Por lo tanto, permaneció en pie, sin atreverse a sentarse ni a pedir algo en el local, ya que no sabía si, al final, se quedarían allí o si tendría que replantear todo su meticulosamente planificado encuentro.

Pero, ¡oh, fortuna esquiva! No todos le habían dejado plantado en ese instante crucial. De hecho, en medio de su creciente inquietud, apareció su querida amiga Nao, irrumpiendo en escena como una chispa de luz en un cielo oscurecido por nubarrones de incertidumbre. ¡Qué alivio inmenso! Había pasado tanto tiempo desde la última vez que la vio, y en su mente parecía grabado a fuego que ella era la última persona con la que había compartido momentos antes de su misteriosa desaparición, como si fuese un truco de ilusionismo digno de un mago astuto. La nostalgia y la alegría se mezclaron en su rostro, recordando las risas compartidas y las travesuras que habían cometido juntos en aquellos días llenos de travesuras juveniles.

Una sonrisa se dibujó en el rostro del hombre mientras los recuerdos inundaban su mente, como si estuvieran siendo proyectados en una vieja película en blanco y negro. La emoción y el entusiasmo se apoderaron de él, y un sentimiento de gratitud invadió su corazón por el hecho de que al menos una persona había respondido a su llamado y había acudido a su reunión anhelada. De repente, todas las preocupaciones y dudas se desvanecieron, y en su lugar brotó una confianza renovada. Si Nao estaba allí, quién sabe qué otras sorpresas agradables les depararía la noche. El universo estaba conspirando a su favor, y se sentía como si estuviera en una historia mágica, donde las amistades perduran y la diversión nunca termina.

El hombre abrazó efusivamente a Nao, sintiendo cómo la conexión perdida se reestablecía instantáneamente. Los abrazos son un lenguaje universal que trasciende el tiempo y el espacio, y en ese instante, el abrazo de ambos irradiaba una energía contagiosa, como si estuvieran transmitiéndose un hechizo secreto que les aseguraba que, sin importar qué adversidades pudieran enfrentar, siempre podrían contar el uno con el otro.

Y así, en medio de la expectación y la emoción, nuestro protagonista se dio cuenta de que, incluso si no todos habían llegado todavía, el simple hecho de tener a Nao a su lado le recordaba que la vida está llena de sorpresas maravillosas y que la magia de la amistad verdadera puede iluminar cualquier camino oscuro. No importaba cuántas cartas se hubieran perdido o cuántos invitados faltaran por llegar, porque en ese momento, la noche cobraba vida con una energía vibrante y prometedora. Juntos, estaban dispuestos a enfrentar cualquier obstáculo y a disfrutar de una velada llena de risas, anécdotas y aventuras inolvidables.

De verdad Nao estaba unida a sus amigos, a excepción de dos que conocía desde la época en Mahoutokoro, los demás fueron compañeros suyos en Hogwarts y en el caso de Ilhan Eliot, además había tenido oportunidad de verlo junto a su prima Yuri que pese a estar graduada en la escuela japonesa, decidió quedarse en gran Bretaña después de conocer al francés que desde su llegada se conocieron un poco mejor y Nao estaba convencida de que su prima estaba muy interesada en el chico.

De verdad que la adolescente japonesa aperciba a su joven amigo con quien compartía algunas clases de Hogwarts que poco a poco los convirtieron en amigos hasta el punto de apoyar todo aquello que surgió entre su prima y el francés que ahora también estaba acompañada de su hermanita menor que también le agradaba muchísimo a Yoshikawa porque era una nena de la edad de Ezra que ea alguien demasiado importante para Nao, así que muchas cosas unían a estos dos amigos.

Verlo le hizo dibujar una sonrisa amplia pese a que su cultura no fuera naturalmente tan expresiva, públicamente, sin embargo, era inevitable sentirse de esta manera porque hacía meses que no le veía y aquella carta era la primera comunicación entre ambos, así que después de confirmar por ella misma que la carta era real, decidió acercarse para abrazar al joven francés que aunque no había pasado tanto tiempo, parecían años.

Finalmente, se abrazaron con efusividad como si fuese necesario para cada uno, pues, tener la oportunidad de verse de nuevo era sin duda motivo de felicidad, como si la magia lo hubiese devuelto a su grupo de amigos y claro que Nao sabia que seguramente extrañaba a su familia y este era el motivo de su desaparición desde hacía varios meses, ´por eso no había querido recriminar su ausencia.

—Te extrañé mucho amigo— dijo casi en un susurro  —espero te quedes con nosotros — lo decía en serio 

Por varios motivos y entre ellos porque realmente valoraba su amistad y deseaba estar más tiempo en su compañía y estaba segura de que su prima Yuri deseaba verlo pronto.



Realmente esperaba que otros respondieran aquel llamado para que estuvieran en la reunión, pero aunque no fuese así, Nao esperaba que pudiesen divertirse juntos.

@Ilhan Eliot Bonaccord @Isis Rosier @Lunatica Gryffindor @Kaylen Nott @Kylian black scamander @djvash Scamander @Maxwell Spencer Moon @Skyler Goyle @Elizz @Darius K.H. @djvash Scamander

La mirada de Ilhan se posó en Nao, observando cómo sus ojos brillaban con una mezcla de alegría y nostalgia. Él sabía cuán profundos eran los lazos de amistad que unían a este grupo, y era asombroso cómo el tiempo y la distancia no habían logrado debilitar esos vínculos. Escuchó con atención mientras ella compartía sus pensamientos sobre los amigos que rodeaban este círculo mágico, y no pudo evitar una sonrisa al recordar cómo Yuri, su prima, había decidido quedarse en Gran Bretaña después de conocerlo a él. Esa relación era una pieza intrigante del rompecabezas de su vida, una que había añadido giros inesperados a su travesía.

Las clases compartidas en Hogwarts habían sido los cimientos de su amistad con Nao. Desde los primeros días, había percibido algo especial en ella, una camaradería que iba más allá de las aulas y los libros de hechizos. Juntos habían vivido momentos de risas y desafíos, y eso había tejido una conexión inquebrantable.

La sonrisa de Nao era contagiosa, y Ilhan no pudo evitar sentir cómo su propio semblante se iluminaba en respuesta. Aunque su cultura no abrazaba la expresión pública de emociones con la misma libertad, en ese momento, no podía contener el sentimiento de felicidad que emanaba de su interior. Había extrañado estos encuentros, la camaradería y las aventuras compartidas. Ver a Nao después de meses era como un hechizo que le devolvía un trozo de su vida que había estado perdido en algún rincón olvidado del tiempo.

La carta que había enviado, en muchos aspectos, había sido un intento de reconexión, de reavivar la llama de la amistad que un día ardió con fuerza. Y ahora, con Nao frente a él, su presencia real confirmaba que la magia funcionaba en formas misteriosas. Cuando Nao verificó la autenticidad de la carta por sí misma, Ilhan supo que las palabras habían tenido el efecto deseado.

El abrazo que compartieron fue más que un simple gesto. Fue un vínculo restablecido, una promesa de que los lazos de la amistad eran inquebrantables. Durante esos instantes, Ilhan sintió que el tiempo se detenía, como si estuvieran atrapados en un rincón atemporal donde solo existían ellos y la emoción que compartían.

Finalmente, se separaron, pero la cercanía emocional persistió. Escuchó las palabras de Nao con gratitud y comprensión. -También te he extrañado mucho, Nao-, respondió en un tono cálido, su acento francés acentuando sus palabras. Sus ojos reflejaban la sinceridad de sus sentimientos mientras continuaba, -Y créeme, deseo quedarme con ustedes. Hay muchas razones para eso-.

Ilhan entendía la importancia de la amistad, la necesidad de compartir momentos con personas que valoraban su presencia. Además, no podía negar que el atractivo de la compañía de Yuri también influyó en su deseo de estar presente. Su sonrisa se ensanchó un poco, revelando un brillo travieso en sus ojos. -Estoy seguro de que Yuri y yo tendremos muchas historias para compartir- dijo con un guiño cómplice.